

La fractura es la ruptura total o parcial de un hueso por diversas causas; lo más común es que se deba a un accidente, una caída fuerte o una lesión deportiva. La fractura provoca un dolor intenso y dependiendo de la gravedad puede necesitar cirugía para recomponer el hueso.
Tipos
Existen distintas formas de clasificar las roturas de los huesos. Dependiendo del tipo de daño, se clasifican de la siguiente manera:
- Completa: El hueso se rompe en dos partes.
- Fractura en tallo verde: El hueso se rompe, pero no se separa en dos partes. Es típica de los niños.
- Simple: El hueso se quiebra por una parte.
- Conminuta: El hueso se quiebra en más de una parte o se astilla.
- Abierta: El hueso sobresale a través de la piel.
- Cerrada: Hay rotura, pero no sobresale el hueso por la piel.
Fracturas por estrés
Son las que se dan al ejercer presión de forma repetitiva en los huesos. Se pueden distinguir dos tipos:
- Por debilidad: por haber algún tipo de deficiencia ósea que debilite los huesos, como la osteoporosis.
- Por fatiga: a causa de una actividad exagerada y repetitiva. Es frecuente en los deportistas o en aquellas personas que realizan actividades físicas de manera frecuente.
Síntomas
- Deformación de la zona.
- Hinchazón, hematoma o sangrado en la zona afectada.
- Entumecimiento y hormigueo.
- Movimiento limitado o incapacitado.
- Fiebre: en algún caso que aparece hematoma o sobreinfección.