

La rodilla está localizada donde la punta del hueso del muslo (fémur) se une con la parte superior de la tibia.
Cuatro ligamentos principales conectan estos dos huesos:
Ligamento colateral medial (LCM), que corre a lo largo de la parte interna de la rodilla. Evita que se doble hacia adentro.
- Ligamento colateral lateral (LCL), que corre a lo largo de la parte externa de la rodilla. Evita que se doble hacia afuera.
- Ligamento cruzado anterior (LCA), que está en la parte media de la rodilla. Impide que la tibia se deslice hacia afuera frente al fémur.
- Ligamento cruzado posterior (LCP), que trabaja junto con el LCA. Impide que la tibia se deslice hacia atrás por debajo del fémur.
Las mujeres tienen más probabilidades de sufrir una ruptura del LCA que los hombres.
Causas
Una lesión del LCA puede ocurrir si usted:
- Recibe un golpe fuerte al lado de la rodilla, como puede suceder durante una atajada durante un partido.
- Extiende excesivamente la articulación de la rodilla
- Hace una parada rápida y cambia de dirección al correr, aterrizando de un salto o girando
El básquetbol, el fútbol, el fútbol americano y el esquí son deportes comunes asociados con rupturas del LCA.
Síntomas tempranos:
- Un sonido “crujiente” al momento de la lesión
- Inflamación de la rodilla dentro de las 6 horas posteriores a la lesión
- Dolor, especialmente cuando usted trata de poner peso sobre la pierna lesionada
- Dificultad para continuar con su deporte
Aquellas personas que tienen solo una lesión leve pueden notar que la rodilla se siente inestable o parece “aflojarse” cuando se utiliza.